«Los niños representan uno de los grandes desafíos para un congreso que tiene como lema Proclamando esperanza en Cristo, ya que éstos son nuestro futuro, tanto de la iglesia como de la humanidad en general. También forman parte de la iglesia y del mundo de hoy, de modo que no deben ser invisibles a nuestros ojos. Si nuestra esperanza es que estos pequeños crezcan y tengan influencia en la sociedad del mañana, el discipulado de niños ha de ir más lejos de la mera transmisión de tradiciones religiosas. Nuestros pequeños deben aprender a reflexionar de manera creativa, usando los dos 'lenguajes' principales del mundo infantil: el relato de historias (lenguaje verbal) y el juego (lenguaje no verbal).
Cuando pensamos en la enseñanza, muchas veces enfocamos de inmediato lo que se dice y los contenidos verbales de la lección. Sin embargo, la enseñanza tiene que ver con mucho más que las palabras en sí, y para los niños pequeños en particular los aspectos no verbales son probablemente incluso de mayor importancia. El concepto de discipulado, sobre todo el desarrollado por Jesús de Nazaret, va más allá de la enseñanza verbal; implica también el dejar ejemplo y modelar un estilo de vida y conducta. En el trabajo con niños, la lección tácita o implícita es la clave del éxito. 'Tácito' significa que no se entiende, percibe, oye o dice formalmente, sino que se supone e infiere. Se trata de lecciones no habladas, no explícitas. Lo importante es reconocer que los niños suelen 'leer' el contexto entero de una situación, más que fijarse sólo en las palabras pronunciadas.
¿Cuál es la lección implícita o tácita? Todo lo que hay en la sala (los materiales, la organización y el cuidado de los materiales y del espacio) y todo lo que sucede en ese espacio (cómo se administra el tiempo, cada interacción que tiene lugar entre los adultos y entre los adultos y los niños).
¿Cuál es la lección implícita que queremos enseñar a los niños? La siguiente lista no es en absoluto exhaustiva:
· Son bienvenidos, valorados y queridos;
· Son respetados, aceptados tal como son y capaces;
· Son el objeto principal de nuestro interés durante ese tiempo;
· Confiamos en ellos para que tomen buenas decisiones;
· Este espacio es un lugar seguro donde se puede reflexionar y buscar el sentido de las cosas;
· La comunidad es importante y se encuentra apoyada;
· Existen límites y expectativas en este lugar;
· Aquí se fomenta la imaginación y se habla un lenguaje distinto;
· Las relaciones se construyen de manera solícita e intencionada para fomentar el aprendizaje y el uso del lenguaje con el propósito de que los niños conozcan mejor a Dios;
· Amamos y valoramos las historias, ya que nos ayudan a dar sentido a la vida;
· Amamos a Dios;
· Dios está aquí en este lugar...»